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Majestuosa apertura de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020

*Tras superar un año se suspensión (2020) y el permanente peligro de que se suspendiera incluso en este año, se apertura con una vistosa ceremonia la justa intercontinental en Japón.

El desfile de los países, que es ya toda una costumbre, enarboló el colorido de cada cultura en el mundo. (Foto Cortesía de Reuter).

Tokio, Japón, (Con información de agencias).- Con un enorme reconocimiento a todas aquellas personas profesionales de la salud mundial, se aperturaron oficialmente los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, dejando atrás un año de suspensión y muchos sacrificios para poder realizar, en tan sólo un año y con el COVID 19, aún encima.

Los organizadores habían anticipado una inauguración sin alardes, más bien solemne, acorde a los tiempos que se viven. Lejos de las ostentosas producciones de otros tiempos, en las que una multitud dibuja las formas del pasado, Japón necesitó poco para mostrarle al mundo los valores más profundos de su pueblo.

Al ritmo de canciones populares, bailarines vestidos con los trajes típicos de la región, de haori y de kimono, ensayaron su esencia, el Edo, el antiguo Japón, los carpinteros que con sus manos construyeron un imperio con la fuerza de la madera. Los simbolismos de la ceremonia daban cuenta de un país que ha sabido levantarse de las más grandes tragedias gracias al trabajo incansable de su gente. El mensaje es claro, Tokio está listo, lo ha estado siempre.

Pompa y circunstancia rematada con los momentos más emotivos, los del encendido del pebetero olímpico a cargo de la tenista Naomi Osaka en un promontorio que representaba el Monte Fuji.

La belleza y plasticidad del momento, a los sones del Bolero de Ravel, fue precedido por la emotividad de los últimos relevos. La llama olímpica emergió de las entrañas del estadio y la antorcha fue llevada por la ex luchadora Saori Yoshida y el exyudoca Tadahiro Nomura, que se lo pasaron a varias leyendas del deporte japonés y paralímpico. Y en el penúltimo relevo, la tomaron unos niños que vivían en la zona de Fukushima desbastada por los terremotos en el año 2013.

Los 68.000 asientos vacíos del estadio no hicieron sino poner de manifiesto la enorme importancia del público. El deporte y el espectáculo palidecen sin el griterío, los silencios, la expresión espontánea del estado de ánimo del espectador. 

Un respiro para la población japonesa, cuya reacción será indescifrable. Lo que digan las frías estadísticas de la audiencia televisiva. Su preeminencia alcanza su máxima expresión en este contexto.

La mitad de los 11.274 deportistas que competirán se vistieron con sus coloridos y variopintos trajes para desfilar y enviar un mensaje de resiliencia, de pasión olímpica y valores como la solidaridad y la paz, en palabras del presidente del COI, Thomas Bach. “Hoy es un momento de esperanza. Sí, es muy diferente, pero valoremos este momento. Estamos todos aquí juntos”, dijo en su discurso. 

Tras el desfile y el juramento de los jueces, deportistas y entrenadores, se ofreció un vídeo de homenaje protagonizado por la exgimnasta húngara-israelí Agnes Keleti, con 100 años la persona de más edad con una medalla olímpica. Le siguió uno de los momentos más impactantes de la noche. Los niños formaron con 1.824 drones el logo de Tokio, que sobrevoló el estadio para convertirse en un globo terráqueo.

Y del cielo, de nuevo al escenario. “Imagina que no hay paraíso. Es fácil si lo intentas. Ningún infierno debajo de nosotros. Encima, solamente cielo. Imagina a toda la gente…”, que así es como empieza Imagine, la celebérrima canción de John Lennon. Fue interpretada por Alejandro Sanz, John Legend, Keith Urban y Angelique Kidjo. El cantante madrileño anunció su actuación poco antes del inicio de la ceremonia: “Se puede soñar despierto e imaginar en voz alta. Hoy el honor me teletransporta a otro mundo. Voy a ser parte de la ceremonia de inauguración de los Juegos. Mi voz será la de todos. Tiemblo de felicidad y agradecimiento”.

La ceremonia se celebró por fin sin que nada delatara su largo y difícil parto, con un rosario de dimisiones de sus directivos y una esperanza que nos traerá mucha actividad. Play ball!!!

La múlticampeona de Gran SLAM Tenis, Naomi Osaka, fue fue la encargada de encender el pebetero olímpico. (Foto Cortesía Morri Gash/AP)